Gumiel de Izán

La villa real de Gumiel de Izán atesora muchos y variados atractivos, no en vano en 1965 se declaró Conjunto Histórico Artístico y en 2003 declarada BIC (Bien de Interés Cultural).

Desde su nombre (Gumiel de Izán o de Issán pues así se escribía y pronunciaba en sus inicios por ser de origen musulmán, Gumiel de Hizán o de Hissán posteriormente, para recientemente volver a la grafía sin H, de locos) y su significado ((1) para algunos filólogos árabes significa «Lugar de buena madera«, (2) para unos historiadores, en un árabe proveniente del mozárabe, «Gomel del Moro Zan» o «Gomel del Morozan«, (3) para otros historiadores, del mozárabe «Loma, terreno curvado, pando» y del vasco-navarro «del señor Izani«, (4) para otros historiadores, en visigodo por su relación con el godo Guma, antiguo alemán Gomo, cuyo significado es «hombre, varón«, relacionado con una serie de nombres documentados de la época visigótica como Gumellus, Gemelus, Gumillus, Gomeliz, Gumila y Gomelo, sin olvidar que la palabra Gomel o Gomell aparece en el sur de Rusia, en Dinamarca, y en muchos apellidos alemanes e ingleses, (5) y sin descartar, tampoco, Çomel, Zumel o Çumel, de origen euskaldun, como también lo podría ser Gumel o Kümel traducido como «bosque de encinas«, (6) «prado de cominos o cominal» si en cambio derivara del árabe o (7) también podría provenir de «al kümmel«, traducido del árabe como alcaravea, una planta medicinal,… sin palabras) hasta su localización, su historia vitivinícola, su arte, sus orígenes, o sus ilustres (¿Per Abat (o Per Abbat), el supuesto autor de la copia de 1207 del Cantar de Mio Cid, gomellano?)… Esta Villa, declarada Real en 1326 por Alfonso XI el Justiciero (cuyo privilegio original se conserva aún en el «Libro de Becerro» depositado en el Archivo Histórico Municipal), está salpicada de diversos misterios que difícilmente puedan resolverse.

En estas tierras castellano-durienses, después de los romanos fueron llegando los godos, los árabes, los mozárabes, los foramontanos…, en definitiva, un auténtico crisol de razas.

Gumiel de Izán aún conserva restos de su antigua fortaleza medieval y parte de la muralla que rodeaba el municipio. En el extremo norte se localiza el arco de los Mesones, una de las cinco puertas de acceso al municipio, que fue reformado en 1786 como reza una inscripción localizada en su parte superior.

Es precioso pasear por sus calles estrechas y empedradas, ver casonas de piedra con ricos escudos heráldicos y bonitas plazuelas que nos acercan a otra época.

En Gumiel de Izán nos encontramos varias casas con entramado de madera tradicional, algunas de ellas situadas en la Plaza Mayor están porticadas. Durante un tiempo Santo Domingo de Guzmán vivió en una de la Plaza Mayor con su tío, el arcipreste del municipio; este hecho se recuerda a través de una placa conmemorativa en la portada de esta casa.

En la Plaza Mayor nos encontramos la Iglesia de la Asunción de la Virgen de Santa María, que bien debería ser Colegiata. Declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 8 de agosto de 1962. Se alza sobre una escalinata del siglo XVIII.

La iglesia, a excepción de la fachada, se realizó durante el final del siglo XV y los primeros años del siglo XVI, momentos finales del gótico. Esta iglesia se ubica sobre una anterior de finales del siglo XIII. De ese periodo se conserva la cabeza de la misma.

La torre, ubicada a los pies de la iglesia, quizá perteneciera a construcciones anteriores contiguas o solapadas. Está rematada con pináculos góticos propios del siglo XV y es desproporcionada en sus dimensiones, demasiado ancha para su altura.

En el interior de la iglesia destaca el retablo del altar mayor, perteneciente al gótico tardío (principios del XVI). Este imponente retablo (8m x 6m) está constituido por 15 plafones donde se narran distintas escenas de la vida de Jesús así como de la Virgen María. Las tallas dedicadas a la Virgen ocupan la calle central del retablo: nacimiento, ascensión y coronación. El retablo se remata con un calvario. Las piezas han viajado a diversas exposiciones como «Las Edades del Hombre» en distintas ocasiones.

El Museo Parroquial se encuentra dentro de la sacristía de la iglesia: alberga capiteles románico del desaparecido Monasterio de Bernardos del Císter de San Pedro fundado en 1073 (donde se creó la orden cisterciense), además de diversos elementos de otras iglesias de barrios y aldeas desaparecidas.

Algunas de las obras más célebres son la Virgen románica sedente de Tremello del siglo XII, presentada en Bruselas en 1996, el Cristo de Reveche de mediados del siglo XIII y dos tablas hispano-flamencas del siglo XV.

Del exterior de esta iglesia, destaca la fachada imponente que, salvando las distancias, en 2023 se ha puesto de moda pues fue definida como la Petra de Europa, por su semejanza con la conocida Petra de Jordania, una de las Siete Maravillas del Mundo desde 2007.

Al Khazneh (el Tesoro). El edificio más conocido de Petra. Imagen propiedad de Diego Delso, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons.

Realizada entre finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII mediante encargo a Pedro Díaz Palacios se diseñó como si fuese un retablo. Se trata de una portada de estilo barroco a la que le faltan las diversas estatuas en piedra que deberían rellenar los múltiples vanos y hornacinas.

Posee tres cuerpos y tres calles: la calle central de mayor tamaño fue decorada con relieves, mientras que las laterales están enmarcadas por columnas corintias que albergan hornacinas vacías, a pesar de que la idea original fue contener esculturas.

Gumiel de Izán cuenta con varias ermitas alejadas del núcleo urbano como la Ermita de Santo Cristo de Reveche, relacionada con el románico del valle del Esgueva. Destaca la portada, decorada con arquivoltas, y los canecillos en la zona del ábside, que tratan motivos vegetales. En el interior se conserva una pila bautismal. El Cristo de Reveche que hoy se puede contemplar en el museo parroquial pertenece a esta ermita.

La Ermita de la Virgen del Río, situada a un km. del casco urbano, posee una planta de cruz latina de una sola nave. La antigua ermita románica fue destruida en el siglo XVIII por la construcción de la actual de estilo barroco.

Pertenecen al municipio las Ermitas de San Roque, en el casco urbano, de San Antonio, a unos 4 km., también en uso, otras destruidas o semi-destruidas como la de Santa Marina, y algunas hoy desaparecidas, como la dedicada a Santa Bárbara en la zona del Puentevilla, y es muy probable que los topónimos que designan diferentes pagos con nombres de santos como San Cosme, Santa Lucía…, hagan referencia a sitios de culto en los mismos.

Gumiel cuenta con tres puentes de origen romano: el precioso Puente de San Pedro, por donde pasaba la antigua vía romana Clunia-Astúrica, perfectamente conservado, consta de un solo vano; el Puente de Revilla, muy bien conservado, de dos vanos, y el Puente de San Antonio que posee tres vanos.

En las márgenes del río Gromejón se levantaron importantes molinos harineros: la Granja, el Suso y Vegarrasa.

Uno de ellos destaca, el de San Pedro, en las inmediaciones del monasterio, por ser un molino hidroeléctrico. Con aguas transportadas a través de un canal procedente del citado Molino de la Granja, conseguía suficiente altura para generar un salto con el que se suministraba, con precarios cables de hierro, electricidad a la población y al molino harinero situado en «La Tina», durante la primera mitad del siglo XX.

Abrevadero de "La Tina" (1970) y edificio sobre el que se construyó el molino harinero eléctrico.
Abrevadero de «La Tina» (1970) y edificio sobre el que se construyó el molino harinero eléctrico.

En las inmediaciones del pueblo, en el cauce del río Puentevilla, también existió otro molino harinero, el de Malvecino.

En su término, y bajo su jurisdicción, hubo varias aldeas y dos monasterios: el Monasterio de San Lorenzo, situado en el Alto del mismo nombre, a 982 m., la mayor elevación de la Ribera del Duero, y el Monasterio de San Pedro de Gumiel, importante núcleo fundador de la orden cisterciense, en el que se celebró la primera parte del concilio Gumiel-Aranda, celebrado en diciembre de 1473.

Aldeas desaparecidas como Reveche, Revilla (esquilmada a finales del s. XX, aún quedan restos visibles), Torrubia, Tremello (aún quedan restos visibles) o Valdemiro (de origen Godo), y que formaban parte del alfoz de Gumiel de Izán.

Existen otras aldeas, como el caso de la cercana a la fuente de San Cosme, más complejas de definir por pertenecer a épocas cercanas al neolítico y de las cuales, se han encontrado diversos útiles de esa época como restos cerámicos, puntas de fecha, piedras de molienda manual, etc.

Merecen una mención especial las bodegas subterráneas que hay en esta localidad, situadas peculiarmente bajo el casco urbano, con acceso desde las mismas viviendas, y de procedencia y usos desconocidos. El origen de estas bodegas se remonta a la Baja Edad Media, inclusive a fechas muy anteriores. Parece ser que se desarrollaban siguiendo las posibles ampliaciones que el pueblo, y sus murallas, sufrieron a lo largo de los siglos.

Diseñadas probablemente como sistema de defensa y protección, tradicionalmente se atribuyen para la elaboración y conservación del vino.

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